sábado, 17 de agosto de 2019

40- ¿Enfrentar el destino?



Una vez compartiste esta breve entrevista que me hicieron. Siempre me felicitaste por elegir ser libre y por enseñarle a Camila a ser libre; me decías que jamás debo cambiarlo por que es el mayor atractivo de un ser humano. 

Lo que nunca entendí era porqué decías que con ello enfrentaba el destino. Quizá ahora sí: Al elegirte advertías este camino, igual estar juntos era seductor como incierto. Dudámos, pero te dije que mi intuición me decía que debíamos ser, y fuimos puro amor hasta la muerte. Vos dijiste que darías lo mejor y lo diste, y yo no puedo más que estar agradecida porque llevaba 5 años blindada respecto del amor, había olvidado sentir, leer, recuperar más música, llorar, reir, compartir, tener pasión por alguien. Vos me despertaste.

por cierto: por vos leo a Elvira Sastre, teías razón, es muy buena.


39. My partner in crime



post 40 ¿cómo enfrentar el destino?

miércoles, 7 de agosto de 2019

38. Mincho y Tomás.



Cuando nos hicimos pareja, solo se lo conté a Camila (mi hija) y a Mincho (mi ex jefe). A vos te conocí porque llegabas al IDHUCA a entrevistarlo y de paso, pasabas a echarte una platicadita a mi cubículo. Hubo un día que estábamos re felices fue cuando fuimos a FGR a poner la denuncia del caso Daton con JJ, Mincho, Jorge. También te aparecías en los Festival Verdad.

En esa época me tocaba dirigir el área de Análisis y comunicaciones y por ende nos tocaba generar opinión crítica sobre derechos humanos y una de las tareas era redactar artículos que se publicaban en ECA, Proceso (que ya desapareció), editorial radial en YSUCA y en Contrapunto. Era un dolor de cabeza teniendo a Benjamín de jefe. Pero allí aprendí el gusto por escribir. Cada semana, mandaba a contrapunto los artículos que redactaba, y allí en Contrapunto  alguien nos contestaba con el artículo editado. El año pasado nos enteramos que éramos yo de este lado y vos editando del otro (eran correos impersonales) ¿irónico no?

Cuando le dije a Benjamín que nos habíamos hecho novios, se alegró y me felicitó y me dijo que nos tenía un gran cariño individual a los dos y con esta “sumatoria” más. Era como tener su bendición.

PD. la foto me la pasó Juan José Dalton.

post 39 

37. ¿What will you say?


30 de julio: han pasado dos meses y 12 días desde tu partida. Yo siento que fue ayer, y a la vez, que han pasado años. No hay medida de tiempo para el dolor.

El día que cubrimos tu cuerpo de tierra, llegó “Chepe Luis”, tu papá. Un hombre alto y de apariencia muy sana, más conservado que tu madre. El pidió la palabra y se presentó como tu padre, casi no entendí sus palabras, pero a mí me dolía verlo allí porque pensaba que el cuadro debía ser al revés, por un simple orden de las cosas. Y porque sé qué él era en una gran medida, la razón de tus tristezas de la vida. 

En medio de eso, "Chepe Luis" contó muy orgulloso que había sobrevivido a 4 infartos, al alcoholismo y luego hizo una breve prédica. Le observé, de él heredaste la nariz, las manos y la voz. Ah! ¡Y el gusto por el buen beber!

Cuando fui con tu hermano a lo del homenaje póstumo me escribió al caer la noche: tu padre había fallecido de un infarto. No sobrevivió al quinto. Como ese día había llorado tanto, tenía migraña y no tenía ánimo para ir a su vela y acompañar a tu familia. Tampoco fui a su entierro pues no podía pedir nuevamente permiso laboral.

En abril planeamos buscarlo, no se dio. Pero lo conocí y luego lo veía a diario por el parque Libertad, no era difícil de ver si era tan alto que sobre salía por encima de los demás, así pasé los siguientes dos meses después de tu muerte. Ahora ya no le veré. Si lo ves, podrás preguntar como Jeff Buckley “What will you say, When you see my face?¨

Pd. Confieso que cuando le veía tan sano caminando por el centro, pensaba que no era justo, tenías que ser vos quien caminara y no él. Ahora no se si sentirme mal o sentirme bien. What would you say?  ¿Qué dirías vos?

post 38: Mincho y Tomás 

36. De homenajes y otras faenas


Había días que me decías que estabas harto del periodismo, que este país se había ido a la mierda. Te angustiaba que tus colegas no les iba bien en las grandes empresas informativas y otros habían perdido la pureza por razones políticas. Los temas sociales y culturales que te encantaban de pronto ya no.

Otros días me escribías para discutir una lista de posibles temas y además te emocionaba que te enviaran trabajos artísticos (artes visuales y plásticas, sobre todo) para poder escribir sobre ellos.

Personalmente, admiraba el brillo de tus ojos cuando teníamos estas pláticas. La tristeza desaparecía. Fuiste un gran entrevistador, aunque te quejabas que te editaban con el trasero.

Te conocí trabajando para Contrapunto, hace más de 10 años y me encantaba que me buscaras para apoyarte/ orientarte en enfoques, fuentes y opiniones. Lo malo era el extremo respeto con el que me tratabas (según vos por ser “fuente” y “abogada”) pero con el tiempo y gracias a las pláticas sobre el arte y la música, la distancia se fue cortando.

Había épocas que solo sabía de vos por lo que publicabas, en el Diario de Hoy, en el Faro etc. Simplemente, leía lo que llevara tu firma y no por otra cosa más que por el gusto de tu estilo periodístico.

Por vos supe lo difícil que es ser periodista independiente en estos paisitos. Y te admiré a vos y algunos de tus colegas por tirarse al mar con el flotador de Freelance como la única forma de seguir amando esa profesión.

El pasado 30 de julio la Asamblea Legislativa convocó a un foro sobre el periodismo, porque se cumplieron 50 años desde que se emitió el decreto con el que conmemora el día del periodista en El Salvador. Otorgaron reconocimiento a la trayectoria de muchos periodistas, entre ellos, tu gran amigo y fotógrafo, Paco Campos.

Me enteré porque una ex jefa tuya me contactó para que le diera contactos de tu familia ya que también harían un reconocimiento póstumo a quienes, como vos, agarraron camino.


 Tu hermano me invitó a subir a recoger el diploma en tu nombre (yo no quería, porque, aunque no lo creas, aun no puedo procesar esto). Justo pasó lo que no quería, allí parada en esa tarima con dos grandes lagrimones y recibiendo un pésame de Norman Quijano. Mientras eso pasaba, mi mente decía: de haber sido en vida, vos no hubieses venido hasta aquí, ni arrastrado para no perder imparcialidad. Hasta me sentí traicionera, pero el sentimentalismo y mi admiración por vos me ganó, y porque no decirlo, el amor también.

Desde ese día te he vuelto a llorar a diario, tuve una fuerte impresión cuando llegué al auditorio y vi en el loby tu foto, no estaba preparada. Ojalá y esa exprimidera a través de los ojos me haga perder peso, aunque sea…
Te amo siempre. -

pd. este día me enteré que tu padre ha muerto

El disfraz de los impulsos

El pasado 19 de junio, por fin, tu deseo de ser publicado, leído se cumplió. Jorge Avalos, a solicitud de tu hermano editó tu trabajo y acá ...