Había días que me decías que estabas harto
del periodismo, que este país se había ido a la mierda. Te angustiaba que tus
colegas no les iba bien en las grandes empresas informativas y otros habían
perdido la pureza por razones políticas. Los temas sociales y culturales que te
encantaban de pronto ya no.
Otros días me escribías para discutir una
lista de posibles temas y además te emocionaba que te enviaran trabajos
artísticos (artes visuales y plásticas, sobre todo) para poder escribir sobre
ellos.
Personalmente, admiraba el brillo de tus ojos
cuando teníamos estas pláticas. La tristeza desaparecía. Fuiste un gran
entrevistador, aunque te quejabas que te editaban con el trasero.
Te conocí trabajando para Contrapunto, hace
más de 10 años y me encantaba que me buscaras para apoyarte/ orientarte en
enfoques, fuentes y opiniones. Lo malo era el extremo respeto con el que me tratabas (según vos por ser “fuente” y “abogada”) pero con el tiempo y gracias
a las pláticas sobre el arte y la música, la distancia se fue cortando.
Había épocas que solo sabía de vos por lo que
publicabas, en el Diario de Hoy, en el Faro etc. Simplemente, leía lo que
llevara tu firma y no por otra cosa más que por el gusto de tu estilo
periodístico.
Por vos supe lo difícil que es ser periodista
independiente en estos paisitos. Y te admiré a vos y algunos de tus colegas por
tirarse al mar con el flotador de Freelance como la única forma de seguir
amando esa profesión.
Me enteré porque una ex jefa tuya me contactó
para que le diera contactos de tu familia ya que también harían un
reconocimiento póstumo a quienes, como vos, agarraron camino.
Desde ese día te he vuelto a llorar a diario,
tuve una fuerte impresión cuando llegué al auditorio y vi en el loby tu foto,
no estaba preparada. Ojalá y esa exprimidera a través de los ojos me haga
perder peso, aunque sea…
Te amo siempre. -
pd. este día me enteré que tu padre ha muerto
No hay comentarios:
Publicar un comentario