jueves, 4 de julio de 2019

32. Después de tu muerte


Querido,

Te extraño mucho. Voy mejor, pero nada es igual. Por lo que he hablado con algunas personas que han perdido su pareja entiendo que una jamás supera la pérdida y lo que una debe trabajar es aprender a vivir con el dolor.

No me gusta que me hagan comentarios, me hieren incluso si me dicen “lo siento” (no sé si estoy en negación), aunque sé que nadie lo hace para hacer daño. Estas clavado en el pecho, siento amor y dolor y creo que por eso lloro con inminente facilidad.

Trato de evitar pensar desde el “qué habría pasado si todo hubiese sido diferente” pero ahora que tenés el alma libre y que has podido descansar pienso que no puedo ser egoísta. A veces es mejor que las cosas pasen.

De pronto he descubierto cuan profundo es el amor, jamás toqué tan fondo. Ha sido una gran experiencia, solo que ahora experimento la profundidad del dolor también.

Sin duda, no soy la antes. Hay lecciones que engloban la vida entera en este capítulo breve en que fuimos uno. Pareciera que muchas vivencias que nos antecedieron me prepararon para saber reconocerte y amarte a tiempo. Ahora hay un nuevo comienzo, aunque no se de qué.

Lo que puedo asegurar que el amor siempre se mantiene intacto, incluso después de la muerte.

post 33: un poema 

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