Me resultó muy triste escuchar este poema en tu despedida.
Lo leyó tu hermano el día que dejamos tu cuerpo reposar en la tierra. Llore mientras lo leía y sentía que las lágrimas me quemaban las mejías y los ojos.
Nunca te juzgué, ni lo haré ahora. Vos sabías tu destino y nos dejaste esta bella descripción sobre tu permanencia después de ser enterrado. Que hermoso gesto de tu parte.
te amo.
Post 9 Un poeta maldito
No hay comentarios:
Publicar un comentario