martes, 28 de mayo de 2019

8. ¿Muerto? ¡Nunca!

Me resultó muy triste escuchar este poema en tu despedida. 

Lo leyó tu hermano el día que dejamos tu cuerpo reposar en la tierra. Llore mientras lo leía y sentía que las lágrimas me quemaban las mejías y los ojos. 
Nunca te juzgué, ni lo haré ahora. Vos sabías tu destino y nos dejaste esta bella descripción sobre tu permanencia después de ser enterrado. Que hermoso gesto de tu parte. 
te amo. 

Post 9 Un poeta maldito

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El disfraz de los impulsos

El pasado 19 de junio, por fin, tu deseo de ser publicado, leído se cumplió. Jorge Avalos, a solicitud de tu hermano editó tu trabajo y acá ...