miércoles, 26 de junio de 2019

27. María Tomasa


María Tomasa



Tu madre es generosa conmigo. Me duele verla llorar. La admiro, en su sencillez, humildad y esfuerzo sacó a sus hijos adelante. Me jodías porque soy tan pequeñita como ella y además ambas somos “María”.

Explicar un poco tu historia comienza con María Tomasa, se enamoró de tu padre quien fue su única pareja y con quien tuvo dos hijos. Vos naciste casi con la guerra y unos meses antes de la ofensiva del ochenta y nueve Uds. tres se separaron de él. Pero ella no se ahuevó.

Te fuiste de casa antes de terminar el bachillerato; viviste casi 20 años fuera de esa familia y en ese tiempo –con su apoyo— sacaste dos carreras, intentaste formar una vida con las mujeres de las que te enamoraste, te hiciste de un nombre periodístico, hiciste amigos y amigas, viajaste. Con todo y tu “linving la vida” María Tomasa iba cada domingo con una bolsa de llena de verduras, tomates, chile, cebollas para vos.

En los últimos años, volviste a casa con ella a la misma colonia de donde te fuiste. Ella te apoyó. Me dijiste que había sido siempre tu cómplice, aun cuando pelearan por cualquier cosa, no podías si no devolver la lealtad que te tuvo. Recién lo comprobé hablando con tu familia y ¡como describen la incondicionalidad que ella te tuvo!

María decía que Tomás era terrible, mucho susto había sacado el “cipote”: se quemó a cara por travieso con unas mechas y pólvora en navidad, se fue en un barranco que de milagro no le pasó nada, para el terremoto del ochenta y seis casi le cae una pared de la casa encima, lo dejaba con llave en el día y aun así escapaba, se hizo una enorme herida en la espalda cuando se tiró de un techo y cayó sobre una puerta; cuando decisión llevárselo al mercado donde trabajaba se le escapó con unos conocidos y se fue a Aguilares. Era susto tras susto. Pero era un niño amoroso.

La última imagen que tengo de ambos es la forma en la que la despedías por la mañana con un beso y un abrazo, era un ritual sagrado. No puedo imaginar cómo te extraña. Te dio su hermoso nombre y acertó con ello. Aunque nunca supo comprender tu tristeza, vos estas en su corazón, de allí saliste hace 39 años. 

La visito cuando puedo, lloramos y reímos juntas. Tus buenos amigos la han apoyado. Nuestro amor por vos nos conecta siempre.

por allí me dijiste que no entendías por qué a ella le gustaba escuchar "Rayando el Sol" de Maná. veré que día se la pongo.

post 28: así te recuerdo

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