martes, 11 de junio de 2019

15. La del estribo



El domingo 9 (tres días antes que cumplás un mes de habernos dejado) fuimos a visitar tu materia con tu hermano, “El chele”. 

Debo reconocer, que es uno de los seres que más te quiso y aun te quiere y te extraña mucho. Es jodido porque, aunque nos damos ánimos mutuos tenemos un duelo con común, reconocemos que viviste y moriste a tu forma, tu muerte no nos sorprendió pero nos ha dolido en el alma.

Nos echamos un "botellín" de ron en tu honor. Le compramos una minuta de limón y sal a un señor en el cementerio para darle gusto. Terminé mareada, entre limón, ron y lágrimas.

Llevé tu “caballito” tequilero, no tengo idea desde cuando lo usabas, pero lo llevé para brindar con vos. Regamos --lágrimas y alcohol-- la tierra que envuelve tus huesos.

La tumba tenía unas flores blancas artificiales, sé que no soy la única que vacía su dolor allí y vos ya me habías advertido.

He vuelto a dar clases de danza pero si me tocan el tema lloro un temporal.

Te amo siempre.

y ha pasado un mes.

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